lunes, 25 de noviembre de 2013


Menos lobos, Caperucita

Blue Jasmine  (Woody Allen, 2013)



Me he llevado un chasco tremendo con Blue Jasmine” la última película de Woody Allen. Sólo había leído críticas que la ponían como uno de sus mejores trabajos. Su obra maestra de los últimos 15 años.
Vaya por delante que Cate Blanchet está imponente, ha interiorizado ese hablar y llorar neurótico de las protagonistas de Allen de manera que sales del cine creyéndote que se pasa el día tomando ansiolíticos.
Ella sola representa el 90% de la película. Se traga primeros planos larguísimos sin pestañear, con otra actriz menos dotada la peli sería ramplona. Más ramplona aún.
 
El resto, sin embargo, es más de lo mismo en Woody: personajes secundarios con poco peso trazados y con brocha gorda, guión con giros argumentales inverosímiles, discurso previsible del tipo “qué infelices son los ricos”.
Me terminó aburriendo. Queda muy lejos de "Match Point", por poner un ejemplo de gran película suya.

Por otra parte el doblaje español es de juzgado de guardia. Un auténtico espanto en el que para simular el acento coloquial semi-idiotizan a los personajes. Mejor no sigo porque luego me hierve la sangre, pero es para pedir la extradición a Corea del Norte para el responsable de este desatino.
Es penoso, tercermundista, tener que pagar 8’60 € y no poder escuchar a los actores. Hay dos profesiones que no me importaría que desaparecieran del mapa de este país de pandereta: toreros y actores de doblaje.

Gustará a los fans más acérrimos del neoyorquino que ven una obra de arte en cada nueva película suya y molestará a sus muchos detractores que consideran que sólo dirige bodrios. No estoy en ninguno de esos grupos.

En fin, no me hagas caso y vete a verla, seguro que te encanta. Lo digo en serio.


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