domingo, 22 de marzo de 2015

Pride (2014)

 Orgullo sin prejuicio




La película está basada en hechos reales: durante los primeros años 80 del siglo pasado, un pequeño grupo de gays y lesbianas decide apoyar a los mineros en huelga, que están siendo asfixiados por el gobierno de Margaret Thatcher. Se dedican a recaudar fondos y comida para enviársela. Entienden que las medidas represivas que se están tomando contra los huelguistas tienen mucho en común con el acoso que sufren ellos mismos.

Con esta sencilla premisa el director Matthew Warchus construye una película sencilla y emotiva, de esas en las que predominan los buenos sentimientos y que hacen que salgas del cine con una sonrisa en el rostro, pensando que el mundo no es un lugar tan horrible después de todo; que, tal vez, esa sensación que todos tenemos a veces de no encajar en la sociedad no sea real; que no está tan mal esto de vivir. Al final alcanzamos la catarsis, que era el objetivo de la tragedia griega.


Con tan sólo unas leves pinceladas se consigue profundizar en algunos personajes y hacernos llegar sus pequeñas tragedias cotidianas: el chico que vive con sus padres aterrorizado de que descubran su tendencia sexual, el que lleva años con el VIH, la chica que no encuentra pareja, el respetable miembro de la comunidad minera que nunca se ha atrevido a salir del armario. Son los confusos años en que el SIDA empezaba a extenderse y al contrario que ahora, significaba una sentencia de muerte.

La homofobia no podía dejar de estar presente, dada la época en que está ambientado el film. Nunca se cargan demasiado las tintas, sin embargo ahí está: la librería gay que sufre continuos ataques de vándalos, la mujer que intenta inculcar a sus hijos el odio hacia el diferente, pero que en el fondo da más lástima que otra cosa.

El mayor acierto del film es la "normalización", es decir, no usar el paternalismo en el que caen muchos otros acercamientos al tema. La vida está llena de problemas y necesitas a los demás para salir adelante, da igual que seas gay, hetero o astronauta. Ya es hora de olvidarnos de esas horribles afirmaciones como: "hay que tener tolerancia con los homosexuales", "los respeto ya que son gente con gran sensibilidad"… entre otras muchas tonterías que repetimos sin pensar.
¿Qué es lo que tenemos que tolerar de los homosexuales? ¿Porqué tener una tendencia sexual diferente a la tuya es algo a tolerar? Son ellos, más bien, los que tienen que tolerar a los heterosexuales y su sensación de que lo suyo es lo “natural”.




Tal vez la mejor escena de la película es aquella en la que el viejo minero le confiesa a una amiga que es gay, a lo que ella responde que lo sabe desde hace 20 años.  No hay más que hablar, siguen haciendo sándwiches como si nada. Estupenda la interpretación de los actores y el juego de miradas durante toda la escena. Una auténtica maravilla.


Una película que os recomiendo a todos sin reservas. Cuenta con el plus añadido de estar repleta de esos maravillosos actores secundarios británicos de solvencia a prueba de bomba. 

Puede que hayas leído hasta aquí (te lo agradezco, claro) y pienses que esta película no es para ti o tu familia ya que crees que los homosexuales son gente viciosa y repugnante a los que debe evitarse. Si es ese tu caso, permíteme que te haga una revelación que puede cambiar tu vida para siempre: eres el último de una raza en extinción, como los dinosaurios. Cada vez quedan menos como tú y en unos años no quedará ninguno. Así debe ser. Los dinosaurios no tuvieron una segunda oportunidad, tú sí. Piénsatelo, ve a ver la película. A lo mejor aún hay esperanza para ti.


                                              Jose Manuel Ruiz