Orgullo sin prejuicio
La película
está basada en hechos reales: durante los primeros años 80 del siglo pasado, un
pequeño grupo de gays y lesbianas decide apoyar a los mineros en huelga, que
están siendo asfixiados por el gobierno de Margaret Thatcher. Se dedican a
recaudar fondos y comida para enviársela. Entienden que las medidas represivas
que se están tomando contra los huelguistas tienen mucho en común con el acoso que
sufren ellos mismos.
Con esta
sencilla premisa el director Matthew Warchus construye una película sencilla y
emotiva, de esas en las que predominan los buenos sentimientos y que hacen que
salgas del cine con una sonrisa en el rostro, pensando que el mundo no es un
lugar tan horrible después de todo; que, tal vez, esa sensación que todos tenemos
a veces de no encajar en la sociedad no sea real; que no está tan mal esto de
vivir. Al final alcanzamos la catarsis, que era el objetivo de la tragedia griega.
La
homofobia no podía dejar de estar presente, dada la época en que está ambientado
el film. Nunca se cargan demasiado las tintas, sin embargo ahí está: la
librería gay que sufre continuos ataques de vándalos, la mujer que intenta
inculcar a sus hijos el odio hacia el diferente, pero que en el fondo da más
lástima que otra cosa.
El mayor
acierto del film es la "normalización", es decir, no usar el
paternalismo en el que caen muchos otros acercamientos al tema. La vida está
llena de problemas y necesitas a los demás para salir adelante, da igual que
seas gay, hetero o astronauta. Ya es hora de olvidarnos de esas horribles
afirmaciones como: "hay que tener tolerancia con los homosexuales",
"los respeto ya que son gente con gran sensibilidad"… entre otras
muchas tonterías que repetimos sin pensar.
¿Qué es lo
que tenemos que tolerar de los homosexuales? ¿Porqué tener una tendencia sexual
diferente a la tuya es algo a tolerar? Son ellos, más bien, los que tienen que
tolerar a los heterosexuales y su sensación de que lo suyo es lo “natural”.
Tal vez la
mejor escena de la película es aquella en la que el viejo minero le confiesa a
una amiga que es gay, a lo que ella responde que lo sabe desde hace 20
años. No hay más que hablar, siguen
haciendo sándwiches como si
nada. Estupenda la interpretación de los actores y el juego de miradas durante
toda la escena. Una auténtica maravilla.
Una
película que os recomiendo a todos sin reservas. Cuenta con el plus añadido de
estar repleta de esos maravillosos actores secundarios británicos de solvencia a prueba de
bomba.
Puede que hayas leído hasta aquí (te lo agradezco, claro) y pienses que esta película no es para ti o tu familia ya que crees que los homosexuales son gente viciosa y repugnante a los que debe evitarse. Si es ese tu caso, permíteme que te haga una revelación que puede cambiar tu vida para siempre: eres el último de una raza en extinción, como los dinosaurios. Cada vez quedan menos como tú y en unos años no quedará ninguno. Así debe ser. Los dinosaurios no tuvieron una segunda oportunidad, tú sí. Piénsatelo, ve a ver la película. A lo mejor aún hay esperanza para ti.
Puede que hayas leído hasta aquí (te lo agradezco, claro) y pienses que esta película no es para ti o tu familia ya que crees que los homosexuales son gente viciosa y repugnante a los que debe evitarse. Si es ese tu caso, permíteme que te haga una revelación que puede cambiar tu vida para siempre: eres el último de una raza en extinción, como los dinosaurios. Cada vez quedan menos como tú y en unos años no quedará ninguno. Así debe ser. Los dinosaurios no tuvieron una segunda oportunidad, tú sí. Piénsatelo, ve a ver la película. A lo mejor aún hay esperanza para ti.
Jose Manuel Ruiz
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